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domingo, 15 de diciembre de 2013

Comentarios de textos - Casals 1º Bachillerato

La poesía narrativa-épica: mester de juglaría y mester de clerecía, pág. 195-198.
EJERCICIO 4, PÁG. 204. El texto recoge los primeros versos del poema épico castellano o cantar de gesta medieval más conocido: El Cantar de Mío Çid. En él presenciamos cómo Rodrigo Díaz de Vivar abandona su pueblo tras haber sido desterrado por el monarca Alfonso VI de Castilla. El monarca prohíbe a los burgaleses darle posada bajo pena de expropiación de las tierras. Esta acción debemos vincularla a la ira regia.
Desde el punto de vista formal, el fragmento ofrece claras muestras de dramatismo y de dialogismo. El diálogo es un modo de reflejar el efecto dramático con el que el Cid sufre el destierro real y los efectos que en él ocasiona. Sirvan de ejemplo los pleonasmos “de los sos ojos tan fuertemientre llorando” (v.1, v. 20; v. 21) y los gestos de carácter visual de los protagonistas (“tornava la cabeça, v. 2, “engrameó la testa, v. 13) y de gran poder evocador debido a su naturaleza teatral.
A su vez encontramos ejemplos de estilo directo por medio de verbos dicendi propios de los diálogos.
De estas características deducimos que los cantares de gesta están destinados ser recitados en voz alta ante un auditorio (público). De allí que se busque la implicación directa de los oyentes y la conmoción dramática.
Todos estos rasgos son habituales en los poemas épicos medievales y constituyen el llamado estilo oral formulario. Lo ampliamos en el apartado cinco de la página 211 (tercer párrafo).

Mester de clerecía, pág. 197 y 198.
Ejercicio 6, pág. 206. Leemos el texto.
a.                  Infurción (v.2). Tributo que se pagaba al señor de un lugar por el solar de la casa.
Pepiones (v. 4). Tipo de moneda usada en la Castilla del siglo XIII.
Recabada (v. 17) Conseguida o alcanzada.
Candeal.  (v. 23). Variedad de trigo para preparar pan blanco.

c. El texto consta de dos partes. En la primera, se relata el milagro de la Virgen y el pobre caritativo ( v. 1 hasta 32). La segunda, (v. 33-40) contiene la exhortación de Berceo a sus oyentes para que actúen como el protagonista del milagro. Responde al afán didáctico y moralizador de los textos propios del mester de clerecía.
d.  Los versos de este poema tienen todos catorce sílabas y están divididos en dos hemistiquios de siete sílabas cada uno. En el verso dos tenemos que sumar una sílaba más porque la última palabra es aguda (infurción). En los versos 23 y 39 la última palabra del primer hemistiquio es esdrújula (ángeles) por lo que es necesario restarle una sílaba (8-1=7).
e. La sinéresis es un recurso expresivo que consiste en formar un falso diptongo con vocales que deberían formar hiato. Aparece en empleaste (v.14), decías (v. 15), candeal  (v. 23), sea (v.28) y sería (v. 33 y 35).
f. Vocabulario culto aparece en las palabras infurción, pepiones y candeal. Alterna con el léxico popular en palabras como hacienda, soldada y renta.
ARCIPRESTE DE HITA, El libro de buen amor
EJERCICIO 8, pág. 207-208.
a.       Un planto es una elegía, composición poética en la que el poeta se lamenta por la muerte de una persona, en este caso, Trotaconventos.
El planto consta de tres partes: una reflexión sobre la muerte, varios lamentos de los que sobreviven al difunto y por último, un elogio a la persona muerta.
b.      En la primera estrofa la oración exclamativa inicial ¡Ay muerte! (v.1) condensa el sentimiento de dolor que experimenta el poeta por la muerte de su fiel Trotaconventos. En el verso dos el posesivo mi muestra la relación afectiva que el protagonista de la obra tiene con la difunta.
En la oración exclamativa ¡muerta seas, muerta e malandante!, el verbo en modo subjuntivo expresa el sentimiento de rabio y de indignación hasta el punto de enfrentarse a la propia muerte y desearle que muera.
En los dos versos finales la considera enemiga del hombre y de la vida. Difiere en este sentido de Jorge Manrique, que la considera algo espantoso que suscita pavor. Aquí Juan Ruíz no se resigna ante su llegada sino que se rebela contra ella.
c.       Encontramos en el resto de la composición varios de los tópicos medievales relacionados con la muerte. Destaca de ella su poder igualatorio (estrofa dos) y su poder destructor por encima de la condición moral (buena o mala), el status social (noble/vasallo), el poder religioso (papas y otros cargos) o político (reyes). Su implacable dureza y su crueldad es señalada en la estrofa tres. Resulta a su vez ineludible (el hombre no puede evitarla), invencible (el hombre se siente indefenso), incomprensible e inabordable (estrofa cuatro). Por último, su aparición inesperada provoca espanto (estrofa cinco) y suscita rechazo (estrofa seis).

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